GRANDES BIOGRAFIAS DE HOMBRES QUE DEBERIAN DE HABER EXISTIDO - 1ra Entrega

Diógenes Nessio
Por Lic. Ricardo Tulio Chegusán, licenciado

“Y si no te gusta sos un boludo” (Irlanda, 1954)

Nessio nace en Mozzarella, Italia en agosto de 1936. Criado por sus amorosos padres Maria y Mingo, Nessio crece en un ambiente familiar poco ortodoxo, ya que sus padres, a diferencia de la mayoría de los italianos de la época, acostumbraban a jugar Badnington los sábados por la tarde.

Ya en sus años de escolar da sus primeros indicios de necedad cuando una maestra quiere citar a sus padres por su mal comportamiento en una clase llamada “Términos sicilianos y sus mortales consecuencias”. Nessio comenta este caso en una entrevista hecha por un simiesco caballero de pelos violetas en junio de 1974:

“Quiero charlar con tus padres” me dijo una maestra en aquella época en que me recuerdo usando una capelina celeste que luego marcaría tendencia. “Quiero charlar con tus padres”. ¿Saben que le dije? “Señorita: yo tengo PADRE y MADRE, y con la pregunta que usted me hace esta dando por sentado que yo fui criado por una pareja de hombres homosexuales viviendo en el concubinato. No solo me insulto a mí, a mi familia y a la santa iglesia católica; sino que también cometió un error gramatical, ya que el hecho de haber sido concebido por dos hombres es biológicamente imposible. Por lo tanto usted de ninguna manera puede hablar con ´mis padres`. Espero que mi respuesta le haya satisfecho. Tenga un buen día”.

En mayo de 1953, y con tan solo 17 años publica su primer ensayo “Me cago en todos, la Segunda Guerra Mundial fue un invento mediático”, el cual le valió el reconocimiento y amor del publico y los críticos del mundo. “Nadie es profeta en su pueblo, menos yo” dijo como defensa ante Domenico, su padre, cuando finalmente lo hecha de su casa a los 18, y se va a vivir Irlanda, donde escribe su primer novela de ciencia ficción “2001, Odisea las pelotas” que posteriormente fue definida como un ensayo criticando en primera instancia a Arthur C. Clarke y luego a cualquier otro nombre que se le cruzara por la cabeza, llegando a un destino bastante confuso.

Ya cansado del mal humor de los irlandeses con resaca regresa a Italia en 1961 y se instala con su esposa Ana en Longanizza, donde se retira como escritor por 40 años para trabajar en su luego famosa pizzería “Aceitunessio Ciscarolli Nutto”, que en español significa “El Tano Alegre”. Triunfa con su grande de pepino a la irlandesa, que consistía en un pepino al horno con un poquito de queso encima y un barril de 25 litros de cerveza irlandesa “El Trébol Espumante”.

Aquí es donde tiene a sus 6 hijos varones, los cuales son bautizados como Anónimo Nessio I, II, III, IV, V y VI debido a que jamás se llega a poner de acuerdo con su señora en como llamarlos. El insistía en nombres tales como “Yenyiscan Nessio”, “Dano Nino Nessio”, Gordobachicha Nessio” etc. Ésto enfurece tanto a Ana que decide abandonarlo por don Vittorio, el carnicero, y se escapa con el a su estancia en Giacomo Capellettini, un pueblo a pocos kilómetros de Nápoles.

En el año 2001 se muda a Argentina, específicamente al barrio de Flores, donde retoma la escritura luego de un largo descanso con su novela de ficción “La puta y el Carniza”, un claro acto de resentimiento contra al casino de Mar del Plata al hacerle perder $15 en un tragamonedas supuestamente fallado, y privándole de comprarse una empanada de carne en el buffet del lugar.

A razón del fracaso de su ultima obra Nessio abandona por completo la escritura de cosas ficticias y se dedica, desde Abril del 2002 hasta el día de hoy, a escribir una columna semanal en el diario “El Censor de Bragado” llamada “Me chupa un huevo, es mi opinión”

Aunque tenga pocos escritos en su haber Nessio es mas reconocido que nada por haber convertido su apellido en un termino que indica a la gente con su misma filosofía de vida: la “necedad”. La cual anteriormente era llamada “terquedad”, en honor a la india gangosa Cara de Mula, que aseguraba que ella podía saltar una cerca de 3 metros que había instalado en su jardín el gaucho Jacinto. “Ió cuedo zalta` la terca, don Jatinto” A partir de ese momento se la empezó a llamar la “india Terca” y luego se transformo en un calificativo para describir a toda esa gente que sigue discutiendo cuando sabe que no tiene razón.

“¿Que provoca mas placer, la certeza de conocer la verdad...

...o el mero hecho de tener razón?”

Diógenes Marcelino Nessio (Longanizza, Italia 1987)