miércoles, noviembre 04, 2009

Hasta acá llegamos.

Recién dejé en otro blog un comentario que decía "Cada vez que leo algo que escribí de adolescente no puedo evitar odiar al boludo en que me convertí."

Y es así. Desde cuando me volví un imbecil más preocupado por poner los signos de interrogación al principio de las preguntas que en escribir algo por escribirlo? Dónde quedó la frescura mal redactada que no importaba?

Me acuerdo cuando me sentía bloqueado. Cuando sentía que tenía un montón de cosas que escribir pero no sabía cómo hacerlo. Ahora no me pasa más eso. Ahora no me siento más bloqueado, me siento vacío. No hay más ganas. No hay más nada. Y me pasa con todo: la música no me llega más, no me conmueve. Nada me conmueve. Soy como un mueble. Me gustaría volver a llorar de risa mirando Les Luthiers, o Monty Python. Me gustaría... me gustarían muchas cosas... Me gustaría volver a disfrutar de las cosas como antes, sin vivir pensando en todas las cosas que hay que pensar.

Es increíble, pero en mi adolescencia era un tipo mucho más seguro, con ideas mucho más claras que ahora. El que diga que la adolescencia es uno de los momentos más traumáticos de la vida es un caradura o un mentiroso, o alguien que no se quiere hacer cargo de lo único cierto: todos nos vamos a morir. Yo pienso que no hay nada más traumático que hacerse adulto (una palabra horrible). Hacerse adulto no es otra cosa más que deshumanizarse. Crecer, madurar, es simplemente descubrir el caracter quimerico de la vida. O sea, saber que pase lo que pase, como ya dije, invariablemente nos vamos a morir y punto. Y eso es todo. Este concepto tan poetico (que de todos modos no me sale usar de manera poetica acá) es de lo que siempre habla Dolina, y que a mi me parecía al leerlo y escucharlo a los 15 años una maravilla. Al pensarlo hoy solamente puedo entender que es una verdadera cagada. A lo mejor estos sentimientos son parte del proceso de “convertirme en artista". Descubrir que me voy a morir, que soy una hormiga más en el hormiguero… y a lo mejor debería aprender a hacer catarsis con esto, y que me ayudara a hacer… no sé... cosas artísticas. A lo mejor esto me tendría que haber pasado a los 15 años. O a los 60. Igual no tengo idea de qué estoy diciendo. Ultimamente me cuesta mucho elaborar ideas. Debe ser a causa del poco uso que le vengo dando a mi cerebro durante este ultimo tiempo (encima estoy escuchando un tema de Crosby, Stills, Nash & Young que dice "Show me the way" todo el tiempo). Repito, no tengo idea de lo que estoy diciendo. Mi cabeza, hoy por hoy, es un quilombo. Las cosas, la vida, todo es demasiado complicado. Demasiado rebuscado. Cómo se puede pretender escribir algo, o sobre algo, cuando para poder hacer eso primero hay que entender qué es lo que uno quiere decir? Hay que ser muy soberbio para pretender entender algo. Yo no entiendo nada de nada. No se ni siquiera qué es lo que tendría que tener que querer entender. Y no es que no entiendo, es que no sé qué ni cómo preguntarme.

Poner todo esto acá me da vergüenza, pero no porque esté desnudando mi alma ni mucho menos, es porque es la cosa más pedorra que escribí en este blog. Por eso no escribo más, porque me vuelvo cada día más pedorro. Y para mi es lo peor que le puede pasar a uno. Ser pedorro. Oler a pedos. Emanar pedos. Nada más burdo, mediocre y, sobre todo, ocultable, que los gases. Los pedos no son graciosos, por eso es buena educación lanzarlos en público. Peor publicarlo en un blog. Es que ya no tengo nada. Me quedé vacío. Escribir me da vergüenza. Escribir hoy es como pedorrearme en la cara de las personas que me leen.

No quiero seguir compartiendo mis pedos con todos, y por esta razón es que oficialmente voy a dar por finalizado este blog por tiempo indeterminado. Por tiempo indeterminado porque soy muy cagón como para tomar deciciones definitivas. Porque en mi afán de querer escribir bien terminé olvidandome cómo se escribía de verdad. Porque las preposiciones se volvieron mis peores enemigas y no sé donde va "por" y donde va "en" y porque todas esas cosas me frenan la libre expresión. En definitiva: porque soy demasiado imbecil para escribir. Que escriban los que saben.

Así que hasta que Crosby, Stills, Nash & Young o quien sea no me muestre el camino, voy a dejar de escribir borradores para no publicarlos nunca por mediocres. Y a lo mejor cuando se me pase esta depresión de trasnochada que viene desde hace más o menos un año, vuelva con todo. O a lo mejor no. Lo que es seguro es que cuando vuelva va a ser en otro lado, como una especie de borrón y cuenta nueva. Pero Valla Uno a Saber se termina acá.

Esta es la última entrada. Bastante mediocre, la verdad, pero es lo que hay. Podría haber puesto “hasta acá llegamos”, algún chiste, y listo, porque como última entrada del blog esto es PEDORRO. Pero publicar esto es como mostrar a Michael Fox con Parkinson. Es como para que se vea que no me estoy haciendo el dificil ni nada, sino que se note que de verdad no me da la cabeza para escribir cosas, por más boludas que ellas sean.

Gracias a los pocos que siguieron leyendo esto (no la entrada, el blog en general) hasta acá.

Nos vemos por ái.

Charáp!

3 comentarios:

joAco dijo...

Hasta siempre, compañero.

Y ya verá que todo volverá, como las golondrinas que tiritan azules a lo lejos.

Anónimo dijo...

Cuando uno es adolescente quiere ser grande para que no le rompan las pelotas...Cuando uno es grande quiere volver a ser adolescente para que no le rompan las pelotas...raro muy raro....en fin te doy la solucion a tus problemas...Plata, mujeres y fama.

Abrazo

Esteban.....y el gomez mirando de reojo

Anónimo dijo...

Claro, yo tambien pienso igual !
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