domingo, agosto 23, 2009

Diálogo II.

- ¿No sería fantástico q…
- No.
- Ni siquiera escuchaste lo que iba a decir.
- No hizo falta.
- Pero yo creo q…
- No hace falta, gracias.
- ¡Si ni siquiera sabés qué es lo que voy a decir!
- Sé que no sería fantástico, con eso me basta.
- ¿Cómo sabés que no sería fantástico, si no sabés de lo que te estoy hablando?
- Lo sé y punto.
- No, no, punto nada. ¿Cómo sabés?
- Simplemente lo sé.
- ¡No! Puedo estar pensando en cualquier cosa. ¿Me vas a decir que no se me puede pasar nada por la cabeza que sea fantástico?
- No.
- ¡“No”! ¿“No”? ¿Y si te hubiese dicho que sería fantástico que se terminara el odio, el hambre y la pobreza en el mundo? ¿Eh? ¿No sería fantástico eso?
- ¿Ibas a decir eso?
- ¿Sabías que contestar con una pregunta es símbolo de estupidez?
- ¿No es lo mismo que acabás de hacer?
- …
- …
- ¿No te estabas yendo a la reputa que te parió?
- …
- Perdón, me pasé de la raya
- ¿Sabés que sería fantástico?
- ¿Qué?
- Que cerraras un poquito el orto.
- Eso es un insulto.
- Yo discuto en los términos que vos propones.
- Forro.
- Pelotudo.
- Cara de mierda.
- ¡Accidente!
- ¡Ah! … ¡Impotente!
- ¡Adoptado!
- ¡Papá!
- ¡Hijo!
- ¡Carlos!
- ¡Damián!

1 comentario:

María dijo...

"no juegues con fuego porque lo podés apagar"
Eso. No sé, pensalo.
Es muy así.
Muy Leo y Riki.
Muy así...